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Abonos de litio

Los abonos de litio son microfertilizantes que responden a las necesidades de los cultivos en cuanto al oligoelemento litio.

Los selenitos y selenitas se utilizan en todo el mundo como abonos que contienen selenio para el tratamiento foliar y de semillas. El método más eficaz y aplicado es la aplicación de selenio al suelo junto con macrofertilizantes.

El litio es un elemento biológicamente importante en la vida de las plantas e influye en el contenido y la composición heterogénea de las proteínas y los ácidos nucleicos, así como en la actividad enzimática de las enzimas relacionadas con el metabolismo de las proteínas y los ácidos nucleicos.

Existen datos sobre el papel del litio en el metabolismo de los carbohidratos de las plantas, el aumento de la intensidad de la fotosíntesis en el periodo reproductivo, su influencia en la tasa de fotorrespiración y la productividad del grano del trigo de invierno. El papel específico en el metabolismo de los alcaloides es marcado. Se ha establecido su influencia en la acumulación de ácido ascórbico en las plantas y su efecto positivo en el control de las infecciones virales.

Se demostró la necesidad del litio para los humanos y los animales. La eficacia del litio en diversas enfermedades depende de su influencia en la actividad neurorrefleja, así como en la acción adrenolítica, noradrenolítica, antihistamínica, antiserotonina y en la influencia reguladora de la actividad hormonal de las glándulas endocrinas, especialmente de la capa cortical de las glándulas suprarrenales. En la hipertensión de distinto origen, el litio tiene efectos antiestrés y sedantes. El efecto positivo en algunos procesos patológicos viene determinado por la estimulación del sistema inmunitario y de las reacciones de defensa no específicas del organismo.

En caso de exceso de litio en el cuerpo humano, éste tiene un efecto tóxico. Los síntomas de intoxicación indican un efecto neurotóxico del litio. El aumento del contenido en los piensos provoca la descalcificación del tejido óseo y cambios morfogénicos en los animales. La corrección de la ingesta humana y animal con productos agrícolas enriquecidos con litio es prometedora.

Actualmente, no hay información sobre la necesidad de litio para las plantas agrícolas: la respuesta a la aplicación de abonos de litio depende de las condiciones del hábitat, la edad y la posición sistemática. Se ha informado de los efectos positivos del abono de litio en el tabaco, el algodón, la remolacha azucarera, el tomate, el pimiento dulce y las patatas.

Por otra parte, el uso de abono de litio como microfertilizante exige tener en cuenta su posible toxicidad. Un exceso de sales de litio provoca cambios morfológicos en las plantas: interrupción de la mitosis. Los cipreses, las crucíferas, las madreselvas, los lirios, los lirios y las hierbas son muy sensibles al litio.

La ingesta en las plantas depende del contenido de formas móviles en el suelo. El contenido de litio en los suelos aumenta de norte a sur, desde 10-25 mg/kg en los suelos podológicos hasta 65-90 mg/kg en los chernozems ordinarios. La cantidad del elemento depende del contenido de litio en las rocas que forman el suelo, de la composición granulométrica (más litio en los suelos pesados), de la cantidad de materia orgánica y del grado de lixiviación. La concentración de litio intercambiable disminuye a lo largo del perfil del suelo y es menos móvil en los horizontes con máxima acumulación de carbonatos cálcicos. La salinidad del suelo reduce la movilidad. Además, existe una relación entre el contenido de litio y de potasio en el suelo.

En las plantas, el contenido de litio depende de la sistemática y de las condiciones nutricionales. Entre las plantas que se concentran en todas las condiciones y prefieren su alto contenido en el suelo — las solanáceas, las violetas, los ranúnculos. Su contenido en litio es de unos 60 mg/kg de materia seca. La Malvae y la Marecae lo acumulan sólo cuando está alto en el suelo. Las plantas indiferentes al litio -menta de hoja larga, espino de camello- contienen 20-45 mg/kg de materia seca. Las legumbres consumen pequeñas cantidades de 4,8-7,9 mg/kg de materia seca, pero no evitan las tierras enriquecidas con ella. Los cereales y las gramíneas consumen pequeñas cantidades y evitan las zonas con altos niveles en el suelo.

La acumulación de litio en las plantas está influenciada por las condiciones climáticas y del suelo. La distribución en los órganos de la planta es la siguiente: hojas > raíces > tallos > frutos. Por lo tanto, las verduras de hoja y los cultivos de raíces son la principal fuente de litio en la dieta de los animales y los seres humanos.

La aplicación de abonos de litio a diferentes cultivos da resultados principalmente positivos, que dependen del método de aplicación y de las dosis. Para ello se utilizan el cloruro de litio, el sulfato de litio y el carbonato de litio. Para el remojo (humectación) previo a la siembra de semillas o tubérculos de patata, se utilizan soluciones de litio del 0,001 al 0,05%, según el cultivo. Para la alimentación foliar — soluciones desde el 0,005% para uvas y patatas, hasta el 0,1% para el tabaco. En el suelo, aplicar en dosis de 0,1-40,0 mg/kg de suelo, según el cultivo y la sal.

Literatura

Yagodin B.A., Zhukov U.P., Kobzarenko V.I. Agrochemistry / Editado por B.A. Yagodin. — Moscú: Kolos, 2002. — 584 p.: ill.